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Batanero

El kinesiólogo Gastón Batanero con el árbitro (Foto: 1983)

Gastón Batanero Pittou conocido cariñosamente como "El mudo Batanero" fue un kinesiólogo y cicerone de las selecciones peruanas. Formó parte del equipo de Kinesiólogos del Departamento Médico de la Selección Peruana de Fútbol, Selección Peruana de Voleibol, Selección Peruana de Box, del Club Alianza Lima, Club Universitario de Deportes, Club Deportivo Municipal, Club Sport Boys Association, Club Atlético Chalaco y Olimpiadas de Cadetes de las Fuerzas Armadas en la Escuela Militar de Chorrillos (EMCH). Nació el 17 de octubre de 1909 en Salaverry, provincia de Trujillo, departamento de La Libertad (Perú) y falleció el 26 de agosto de 2009 (cuando le faltaban 2 meses para cumplir 100 años) en la Clínica Quirúrgica Santa María S.A. de Surquillo (Lima, Perú).

El kinesiólogo Gastón Batanero Pittou, es un especialista en la mantención de la capacidad fisiológica de los jugadores de las selecciones peruanas y en la prevención de sus alteraciones, fomento, recuperación y rehabilitación en los niveles de atención primaria, secundaria y terciaria. Su formación le permite intervenir en la recuperación y rehabilitación psicomotora, mediante la aplicación de técnicas y procedimientos de naturaleza física, bajo indicación médica, fue consagrado en Montevideo y México como el mejor de América en su especialidad.

Antes de ir a Montevideo y México, los rumores que se corrían eran los mismos. ¿Cómo van a llevar a un "mudo" a la Selección Peruana como masajista? ¿Y cuando tenga algo que decirle a los jugadores? ¿Qué va a hacer? Cuando el rumor se extendió a que el masajista en mención era también sordo, en una palabra, sordomudo, los rumores crecieron y todos querían que no fuera elegido el popular Gastón Batanero. ¿Qué va a hacer cuando necesite cruzar la cancha para dar una instrucción del entrenador?;!No¡, mejor que lleven a otro.

Se insistió en él para que acompañara en calidad de masajista a la Selección Peruana, y todos los jugadores, sin excepción alguna, han quedado maravillados de su labor. Incluso, un periodista mexicano de testigo de que tanto en Montevideo como en México, le han dedicado todos los diarios y revistas párrafos especiales y han sido considerado en forma unánime como el mejor masajista de América. Incluso, el diario "Excelsior" de México, le saca un artículo donde dice que por su sencillez, caballerosidad, conocimientos y don de gentes. Gastón Batanero parece más un "gentleman" adinerado que un masajista de la Selección Nacional. Fuera de ello, un cronista brasileño que asistió al Sudamericano de Montevideo y el Panamericano de México, en su ranking general; puso fuera de hablar de jugadores y entrenador, al famoso Mario Américo, aquel morenito que viniera con portuguesa como el mejor "aguatero" y al peruano Gastón Batanero como el mejor masajista, no por las manos que tiene para el masaje, sino por su formas de llevarse con los jugadores, el respeto que todos le prodigan y sobre todo, la forma cómo se desvive en el cumplimiento de su misión.

Mauro Mina

El campeón nacional de box Mauro Mina con el kinesiólogo Gastón Batanero

Pero, el motivo del artículo, no es precisamente elogiar a Gastón Batanero, que no necesita de elogios. Lo que pretendo en la nota, es hacer "hablar" a Gastón Batanero. Mediante signos, gestos y movimientos raros, él define lo que es un partido al término de éste. En una fuente de soda en Montevideo o comiendo "enchiladas" y "tacos" en México, he tenido oportunidad de "conversar" infinidad de veces con el popular "mudo". Hoy, a insistencia nuestra, vine hasta LA CRÓNICA y lógicamente retrogradamos, los pensamientos hasta situarnos nuevamente en Montevideo y México.

Gastón Batanero tiene una manera muy personal de definir a los jugadores peruanos. Hace gestos. por ejemplo, cuando se quiere referir a Tito Drago, saca la quijada un poco. Cuando le toca hablar de Salinas, camina "chueco" y frunce el ceño. Cuando quiere puntualizar algo de Zegarra, levanta los brazos y se lleva la mano seguida al rostro, como diciendo, el "moreno, alto". Y cuando de Delgado quiere hablar, entonces realiza ese gesto tan característico en Guillermo Delgado que más que nada es un "tío nervioso". Por último, Gastón Batanero lleva a donde vaya un número indefinido de tarjetas amarillas, en las cuales están retratados todos los jugadores. Forma líneas delanteras con ellas, hace tríos centrales. Coloca once tarjetas en la mesa y explica la marcación del equipo. En general, Gastón Batanero es sordomudo, pero quién se acostumbre a hablar con él, al menor movimiento le entiende todo. Incluso, Arturo Fernández, entrenador de la Selección Peruana, le movía despacio al labio y "el mudo" le entendía todas las órdenes que le daba, las mismas que las cumplía al instante.

Selección Juvenil

El kinesiólogo Gastón Batanero con el equipo de la Selección Juvenil

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